Con un cartel protagónico al que no puedes decir no, Netflix añadió en su catálogo el filme “¿Qué voy a hacer con mi marido?“. Meryl Streep y Tommy Lee Jones protagonizan el drama de un matrimonio en picada preso por la monotonía.
La película es interesante desde varios puntos de vista pues habla de la necesidad, el afecto, la proximidad y el cariño que nunca deben faltar en las relaciones. Al mismo tiempo, explora el miedo, la ira, la incertidumbre y el daño que puede generar mantenerse en la zona de confort. Entendiendo esto último desde una acera incluso paralela pues advierte la necesidad de salir de allí para sacudir energías y vivir.
En la dinámica, una mujer que celebra sus 31 años de “feliz matrimonio” pone sobre la mesa lo que añora de la unión. Se ve reflejada en el espejo de lo que sus hijos construyen con sus respectivas relaciones.
Pensando en hacer algo arriesgado, una noche se coloca su mejor dormilona, se sacude el cabello y entra al cuarto del marido esperando algo de calor. El hombre, que está absorto en su mundo, se muestre desconcertado y le pide que se vaya. Este es el detonante de un impulso que hará que la protagonista investigue y recurra a la ayuda profesional. También es una escena que nos cuenta que aunque comparten techo no lecho.
Enfocada en la necesidad de un cambio, Kay cruzará el país llevando a rastras a su marido Arnold. Obtuso y bloqueado, el hombre se pasará los días reprochando el dinero que gastó y la incomodidad que le produce hablar de su vida privada con un extraño.
Cada secuencia sumará elementos a la situación que se volverá cada vez más retadora y compleja, llevando a la pareja a vivir sentimientos extremos mientras reflexionan.
Lejos de su dinámica
En la terapia intensiva de fin de semana Kay y Arnold se enfrentarán a una gran dualidad: seguir juntos o divorciarse. La sexualidad e intimidad ausente en la tercera edad será tema de discusión.
Estrenada en 2012 en las salas de cine, hay que advertir que su llegada a Netflix no pasó por debajo de la mesa pues se mantuvo algunos días en el TOP 10 de lo más visto.
Sencilla pero efectiva, la película echa mano a las dificultades sexuales que enfrentan los adultos y a sus miedos a hablar del tema en voz alta. Un punto que ambos actores son capaces de bordar a partir de su buena química y talento, sin esforzarse demasiado.
El único problema es que, a ratos, dar vueltas sobre la misma información puede tornarse excesivo y aburrido. Pero incluso la paciencia es un arte y quizás de haberlo mostrado más resuelto el resultado habría sido catastrófico.
El asunto de enfrentar los miedos, sin importar la edad que se tenga, es otro acierto del filme pues nos recuerda que quien quiere vivir una vida triste y monótona es porque le da la gana. Steve Carell también actúa en la cinta que ha rotado por otras plataformas de streaming para acabar estacionada en Netflix.
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Source: Ultimas Noticias