Un oasis de aventuras en medio de la Sierra falconiana

A tan solo 20 minutos del ajetreo de la ciudad de Coro, en la carretera nueva Coro-Churuguara, se encuentra la granja agroturística Virgen de Guadalupe, un espacio que brinda una experiencia mágica con la naturaleza.

Cómodas instalaciones, calidad en hospitalidad y espacios para la diversión, entre los que resaltan piscina, lago, Bohío Bienestar y la ruta caprina, hacen que cada visitante se desconecte de sus afanes y pueda relajarse.

Los propietarios de la granja, los esposos Jimmy Morrel y Fanny Morón, aseguran que este sueño hecho realidad comenzó su construcción hace 24 años. En el año 1999 adquirieron el terreno que, paso a paso, comenzó a tomar forma con el apoyo de toda la familia, en una primera instancia, para compartir momentos familiares inolvidables como cumpleaños, carnavales y navidades.

“Mi esposo es veterinario y como visionario apostó por la actividad caprina cuando nadie creía en ella, así emprendimos con las cabras y ovejos, los cuales se convirtieron en los recursos que sustentaban la granja por la producción de queso”, comentó Fanny Morón.

Con la llegada de la pandemia, Fanny Morón realizó un diplomado en turismo rural autosustentable. Los conocimientos adquiridos fueron aplicados en su propiedad para hacer que cada rincón fuese de lo más acogedor y que fueran mostrados al público.

La granja tiene ambientes para todas las edades. Los infantiles para los consentidos de la casa y los ambientes juveniles para que los adolescentes tengan una experiencia aventurera y única.

“Hemos hecho campamentos con carpas, fogatas y demás, donde la diversión ha sido exponencial”, agregó.

También tienen espacios para la relajación como el Bohío Bienestar, donde las madres pueden disfrutar de un delicado y sublime masaje, bajo una atmósfera de tranquilidad y paz.

También se suman a la diversión la piscina, el lago para pasear en bote, el área de contacto con los animales, el paseo a caballo y la cancha de usos múltiples. No se puede obviar la ruta de la cabra, la cual tiene cuatro estaciones; en la primera se muestran las razas de las cabras; en la segunda, la experiencia del ordeño; la tercera es la vivencia de la transformación de la leche a un subproducto, bien sea queso, suero, dulce, y finalmente la cuarta estación enseña la comercialización desde la leche de cabra.

Se incluye en los servicios un fogón ecológico, una parrillera y la cocina artesanal, bajo un frondoso cují.